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Un jardín en flor, un yate, una playa, un valle en la montaña... La oferta de escenarios donde celebrar una boda al aire libre es muy amplia. Estas ceremonias suelen quedar en el recuerdo de los invitados por ser "diferentes" a la mayoría.

Las bodas al aire libre tienen un marcado acento romántico, atrevido, juvenil... La belleza única y singular del escenario escogido define el estilo de la celebración.
Así, un jardín en flor a plena luz del día creará un ambiente romántico que demandará el uso de adornos sencillos y delicados; si se celebrase por la noche además de romántico, el ambiente adquiriría un aire de ensueño el cual se potenciaría con una iluminación tenue de velas.

En cualquier caso, para que sea un éxito, a la hora de organizar una boda al aire libre es necesario prestar atención a los siguientes factores:

En primer lugar es imprescindible tener en cuenta la época del año en la que se celebrará el enlace.
Una boda en la playa en pleno mes de febrero será desastrosa.
El clima es otro factor que condicionará la organización del evento.
Lamentablemente es un elemento que no podemos controlar al cien por cien, por lo que debemos ser previsores: tener una carpa y paraguas para refugiarse de la lluvia o disponer bebidas frescas y abanicos para el excesivo calor, por ejemplo.

El número de invitados a la ceremonia marcará la elección del escenario de la ceremonia. De este modo, si soñáis con celebrar vuestro enlace a bordo de un yate tened en cuenta que la ceremonia tendrá que ser muy íntima y con una reducida lista de invitados.

Hemos tomado la importante decisión de casarnos y ahora queremos organizarlo a nuestro gusto, que es hacerlo al aire libre, deseando que el día acompañe y sea una ocasión para recordar por lo especial que es hacerlo rodeados de verdes praderas y árboles en flor.

Si somos amantes del aire libre y de los verdes jardines, es una forma de celebración más que adecuada, pues según dónde vivamos, hay fincas especializadas en organizar este tipo de escenarios en los que por su experiencia no suelen fallar.

Hay que procurar que la fecha del enlace se planteé en una estación que no sea invernal o lluviosa, para poder celebrar una boda al aire libre. Hay que tener en cuenta que celebrar una boda en Ibiza o Cádiz no es lo mismo que organizarla en Asturias o Huesca y que los días de luz no son igual de largos en un mes de agosto que en el de marzo. Nos puede ayudar la consulta de la memoria metereológica de cada lugar, existen unos promedios mensuales y anuales, tanto de horas de luz como de chubascos y temperaturas de cada lugar, eso nos podrá ayudar para determinar nuestra celebración rodeados de vegetación. La temperatura de confort ronda los 21ºC.

Para que no llueva ese día tan señalado, los novios suelen llevar huevos a las hermanas Clarisas, para quien es religioso es una tradición que se puede seguir pero no por ello, como es lógico, hay garantías de que luzca el sol.

Hay fincas que disponen de capilla o lugares especializados en los que se puede ubicar a los contrayentes y a sus asistentes, es importante que donde la elijamos tenga tantos asientos como personas invitemos, no es adecuado que a la ceremonia asistan un número de invitados que permanezcan sentados y otros lo hagan de pié. Debemos de tener especial cuidado con la accesibilidad al sitio, si asiste alguna persona con alguna dolencia que apenas le permita caminar o subir escaleras o bien que use silla de ruedas. Si hay niños habrá que tener cuidado de que las zonas estén bien acotadas y cerradas, especial cuidado si hay estanques o piscinas, zonas de desniveles en el terreno o carreteras y parkings. Si disponemos de un gran jardín, podremos celebrarlo contratando un servicio de organización integral de bodas o un catering que se adapte a nuestro espacio, todo dependerá de los asistentes a los que invitemos.